viernes, marzo 01, 2013

El corazón hueco

Son las doce de la mañana así que Jakub, como cada día desde hace más de seis meses, se sienta en la silla de ruedas y se acerca a la ventana. En unos minutos llegará el panadero y ella saldrá a comprar. Si Jakub tuviera corazón su pulso se aceleraría y sus mejillas tornarían a un color rosado. Pero desde hace 194 días le debe la vida a dos bombas cardíacas que reparten la sangre por todo su cuerpo. Jakub no tiene corazón, se lo extirparon por un tumor maligno. O por un amor maligno -bromea él. Y sin embargo, hace 194 días que se ha enamorado. A las doce compra el pan, a las dos recoge a los niños, a las seis suele coger el coche, a las nueve llega el marido. Jakub no puede demostrarle su amor desde la ventana del hospital pero sí puede transmitírselo. Por eso, cada vez que la mira sonríe y se le achinan los ojos de ternura. Sonríe y le envía fuerzas, y suerte, y besos, y versos. Escribe para ella poemas que recita en silencio mientras divisa de lejos su silueta.    Jakub espera un corazón donante donde guardar todo el amor que tiene para ella. Pero se ha hecho tarde. Lo han encontrado esta mañana sentado frente a la ventana, con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios. La enfermera ha cerrado la persiana. Le ha parecido ver abajo al panadero.

Inspirado en la historia de Jakub Halik

Hey there Delilah - Plain White Ts

1 comentario:

Marisa dijo...

Me parece un precioso relato.Con una gran profundidad en el contenido..
Es un regalo leerte, te quiero.