sábado, febrero 24, 2007

Hoy me he despertado queriendo ser lince ibérico y tender a extinguirme. En fin, todo el mundo quiere ser lince ibérico en algún momento de su vida aunque a todos nos entristezca la desaparición de este salvaje felino. Porque lo atractivo del lince es su continua extinción sin que ésta concluya del todo. Una agonizante muerte convierte en mártir a cualquier ser vivo que presuma de serlo. Y va a ser eso, que me encanta ser una mártir. Porque estar desaparecida del todo no tiene ninguna gracia y vivir continuamente menos.
Lo de pensar en el lince ha sido puro trámite.
Ahora vuelvo a pensar en ti.

1 comentario:

Meret dijo...

Querer ser lince ibérico me parece muy lindo...¡¡pero eso de extinguirse!!…como que no..
Yo te aconsejo que sigas siendo la “Linda Gatita”... blanca o negra da igual…

Muchos besos, requetesol.